Operational Discipline As a Key Factor for Safe Culture and Process Safety Management

Disciplina Operacional como Factor Clave para una Cultura Segura y para la Gestión de Seguridad de Procesos

En el Oleoducto Central S.A. – OCENSA, la gestión en seguridad de procesos se realiza de forma integral, es decir, a través del seguimiento y control de todos los riesgos asociados a las dimensiones de (1) personas, (2) planta, (3) procesos industriales y funcionales y (4) desempeño. Además de implementar buenas prácticas de la industria petrolera, la aplicación de normas y estándares internos y el estricto cumplimiento de legislaciones aplicables vigentes en ingeniería, operación y mantenimiento; la clave del éxito ha sido el fortalecimiento de una Cultura Segura. Este fortalecimiento ha consistido en lograr su movilización desde un estado calculativo muy enfocado al cumplimiento de lo requerido, a un estado generativo, en el cual la seguridad de los procesos hace parte integral del negocio y se tiene en cuenta para la formulación estratégica de la compañía. Propender por una cultura segura ha favorecido la gestión de los once elementos de seguridad de procesos definidos en todo el sistema de transporte de crudo, mitigando la ocurrencia de goteos, fugas y derrames de producto y fluidos auxiliares, que podrían derivar en eventos de seguridad de procesos de mayor criticidad y potencialidad.

Dado que la cultura es un conjunto de comportamientos, hábitos, conocimientos y grado de desarrollo que podría ser difícil de movilizar y que depende en gran parte del empoderamiento y compromiso de las personas, hemos implementado el índice de Disciplina Operativa (IDO), como estrategia para hacer sinergia entre tres pilares: (1) Conocimiento, (2) Rigurosidad y (3), Manejo del Cambio. Cada uno de estos pilares tiene cinco componentes que obedecen al análisis de la cadena de causalidad de eventos menores de seguridad de procesos y que trazan la hoja de ruta y el marco de referencia para definir actividades y tareas específicas.

En primer lugar, el pilar de Conocimiento definido como saber y entender cómo realizar una labor correctamente y con seguridad, tiene como componentes:

1. Roles y responsabilidades: mediante la actualización y socialización permanente de las matrices RACI en todas las estaciones.
2. Competencias: de acuerdo al objetivo y alcance del OQ Program corporativo.
3. Procedimientos actualizados: con ajustes permanentes y revisiones anuales y hasta cada 15 meses.
4. Equipos, instrumentos, materiales, repuestos, etc.: con especificaciones técnicas, mantenimiento y calibración que permitan el desarrollo seguro de todas las actividades.
5. Trabajo en equipo: a través de la generación de sinergias y eliminación de reprocesos mediante matrices RACI aplicables que involucren a ingeniería, mantenimiento y operación.

En el caso del pilar de Rigurosidad, definido como comprometerse a realizar las labores de forma correcta, todas las veces y desde la primera vez, tiene los siguientes componentes:

1. Sin atajos: de manera que todo el personal directo e indirecto involucrado cumpla estrictamente con los estándares, procedimientos e instructivos.
2. Liderazgo: enfocado al empoderamiento de todo el personal para la suspensión de trabajos cuando estos no cumplan con los requerimientos para su ejecución de forma segura mediante una estricta documentación de las razones de la suspensión.
3. Reporte: de manera que todos los actos y condiciones que representen un peligro para las personas, el ambiente y los activos sean reportados de forma inmediata empleando los canales formales para gestión y cierre.
4. Documentación: para que todas las actividades nuevas cuenten con un documento técnico que defina su paso a paso e incluya una identificación de peligros asociados y la definición de los controles críticos de riesgos que deben ser implementados.
5. Matrices de peligros y amenazas: actualizadas cada año y divulgadas de forma permanente, asegurando que sus controles de riesgo sean implementados, documentados y evaluados con respecto a su efectividad.

Finalmente, el pilar de Gestión del Cambio entendido como estar consciente y tomar acción oportuna y efectiva ante problemas potenciales y situaciones anormales evitando la materialización de eventos, tiene su foco en los siguientes componentes:

1. Diseño, construcción y puesta en operación de nuevos proyectos.
2. Modificaciones en la estrategia y plan de mantenimiento.
3. Cambios programados o no programados en las condiciones de la operación.
4. Manejo de condiciones anormales y/o de emergencias.
5. Rotación de personal.

El IDO involucra estos quince componentes mediante la combinación de los ejes de gestión Proactivo y Reactivo, cada uno de los cuales contiene cinco parámetros ponderados con su respectiva meta o límite, según aplique, constituyendo un caso de éxito dado que facilita el trabajo integrado a diferentes niveles organizativos, diversas disciplinas de competencias duras y blandas y variedad de áreas funcionales, todo en el marco del modelo organizacional por procesos de OCENSA.

El IDO ha permitido apalancar una operación eficiente con miras a consolidarse como clase mundial, redundando en la prevención de incidentes que puedan afectar a las personas, el ambiente y los activos, el fortalecimiento de la imagen y reputación corporativa frente a grupos de interés, el aumento de nuestra ventaja competitiva para soportar el portafolio de servicios y el aseguramiento de la rentabilidad y sostenibilidad del negocio.